me despierto a las 3am gritando tu nombre
esperando que vuelvas, que me des un último
abrazo, un último beso
que me devuelvas el corazón
machucado, emparchado, como sea
pero que me lo des
que no es tuyo y nunca lo fue
que no lo quisiste ni siquiera mirar
me despierto con un nudo en el pecho
como si tu recuerdo me apuñalara el alma
y te veo ahí, tan campante navegando por mis lágrimas
sin temor al huracán
que un poco de lástima me da tener tantos
kilos de frutilla
y que te conformes con un conito que ya se te cayó al piso
que te hayas conformado, quiero decir,
con un viejo pulóver marrón, lleno de agujeritos,
sin prestarle atención a mi abrazo que se
escondía entre los hilos
los jueves me invaden tus nauseabundos
olores a desastre y caos y cartas escritas al mediodía
y flores secas en una cajita y frases del boludo de Calamaro
sin siquiera pedir permiso
me despierto a las 3am gritando tu nombre
y se me enredan las letras
como queriendo decir
tranquila
esto tampoco lo va a entender